El puente de Carlos es la postal más tradicional de Praga junto al Castillo de Praga.
Lo recorrimos a la hora de la puesta del sol, lo cual es muy recomendable porque hay menos gente y porque las fotos a esa hora salen preciosas. Además si van en verano como nosotros, hará menos calor.
Es uno de los primeros puentes de piedra de Europa, ya que en su época lo usual era que los puentes fueran de madera. Luego se incorporaron las imágenes religiosas y esculturas que hoy lo representan.
El Puente de Carlos, tiene más de 500 metros de largo que estando allí no parecen tantos. Es un lugar para ir pasear de un lado al otro y quedarse un rato contemplando el río y los edificios de alrededores, inmediatamente saliendo del puente hay muchos bares, restaurantes y pequeños negocios de dulces, cafeterías. Es un lugar céntrico y muy concurrido en donde los miembros de la familia, que tal vez no quieran verte acodado 40 minutos en la baranda del puente sacando fotos, pueden esperarte. También es muy bonito ver allí el amanecer, en verano cerca de las 5.30 AM. Si te hospedás en algún punto del centro de la ciudad de Praga, llegar no te llevará más de 20 minutos caminando.
Es un lindo paseo para hacer cuando uno visita Praga en familia.
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6 agosto, 2018
